Como el ave Fénix, la Vuelta al Táchira, prácticamente, resurgió de las cenizas, para en este momento, cuando se inicia la edición 47, volver a ser la Vuelta Gigante de América.
Un año de mucha tensión, que presagiaba negros nubarrones, pues a un mes del comienzo del giro ciclístico las autoridades de la Asociación Tachirense de Ciclismo, comandadas por Fernando Carrero Silva, estaban atadas de pies y manos, al borde de "tirar la toalla", no había el aporte económico para montar la carrera.
El espaldarazo del gobierno nacional, a través del Ministerio del Poder Popular para el Deporte, con el ministro Héctor Rodríguez a la cabeza y Juana Suárez en condición de presidenta del Comité Organizador, sacó a flote la carrera, para relanzar el magno evento en muy pocos días y de nuevo colocarlo en el sitial de honor.
Hoy, a las 9 y 30 de la mañana, partirá la primera etapa en la avenida 23 de Enero de la capital "Marquesa", con la presencia de 120 corredores en representación de 7 equipos extranjeros y 13 nacionales, algo que no se veía hacía mucho tiempo, producto de la poca asistencia de ciclistas, no había la respuesta de los combinados forasteros.
Como si se tratara de una "varita mágica", la Vuelta al Táchira, desde hoy y hasta el 22 de enero, tendrá en acción a un colectivo de los mejores ciclistas de Colombia, una representación rusa con dos campeones mundiales, además de Holanda, México y Cuba, para integrar un caravana deportiva que recorrerá las principales carreteras de los estados Barinas, Mérida y Táchira, en lo que se vislumbra como una de las vueltas de mayor abolengo de los últimos años.
La fiesta de los escaladores, con un máximo de diez opcionados a luchar por el título individual, de ellos varios venezolanos, para poner a toda la afición de Venezuela y otros países de América y Europa con la vista puesta en el Táchira y el país.
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