jueves, 31 de mayo de 2012

Táchira logró el milagró: avanzó a la Suramericana




Por Javier Ramirez
Táchira tiene a un héroe entre sus filas. Y es que después de un año en el que no hubo suerte con los técnicos por una u otra razón, Manolo Contreras, el eterno apagafuegos del equipo Aurinegro, terminó sacando, de nuevo, el barco a flote. Salvó un pésimo semestre guiando al Deportivo Táchira a un cupo en la Copa Suramericana cuando parecía casi imposible. Eliminaron a Yaracuyanos en la instancia definitiva de la fase Pre-Suramericana, aunque no estuvieron exentos de sufrimiento. Monagas, en los penales, salvó el otro cupo a expensas del ambicioso Zamora.
Pero la historia del Táchira merece ser recordada. El Apertura lo comenzó con Chuy Vera, quien intentó amalgamar un buen número de jugadores, a muchos de ellos los trajeron del Zamora con el que ganó el Clausura 2011. Pero promediado el torneo, el técnico no recibió un respaldo incondicional de la directiva y se fue. Manolo Contreras asumió de manera interina por vez primera y ganó el clásico a Caracas, dejando al eterno rival sin título.
El Clausura se lo encomendaron a Jaime De la Pava, además de traer a varios importados que, a la larga, no le funcionaron al técnico. La Copa Libertadores fue un sinsabor constante y en el torneo el equipo lució desangelado. Cesado De la Pava, el Aurinegro volvió a encomendarse a Contreras, director de las categorías inferiores del club. Nuevamente, con trabajo de hormiga, el veterano timonel se las arregló para sumar puntos suficientes que le dejaran en el puesto 12 de la acumulada. Eso, sumado al revés de Mineros en Maracaibo que le dejó fuera de la Libertadores y sin necesidad de jugar la llave por tener ya un cupo internacional, dejó al Táchira con un inesperado puesto en la fase.
Golearon a Zulia en Pueblo Nuevo (5-0) y perdieron en Maracaibo (3-0). Luego se cruzaron con un difícil Yaracuyanos que empató sin goles en San Cristóbal y alcanzó un empate a un gol en San Felipe, arañando un boleto internacional cuando, semanas atrás, incluso veían de cerca unos desconocidos puestos de descenso. El cierre fue muy benévolo, aunque las opciones de que, con justicia, Contreras finalmente fuese designado como técnico del Aurinegro, parecen ser muy pocas. Una lástima.
El otro clasificado es el Monagas de Eduardo Borrero. El ex seleccionador venezolano armó un equipo que tuvo muchas altas y bajas. Que soñaba con el puesto en la Sudamericana pero que siempre parecía quedarse corto. Lograron vencer con justicia a Petare, uno de los equipos más regulares del torneo. Luego vencieron a Zamora en la ida de la definición, en Maturín, y en la vuelta cayeron por el mismo marcador (2-0). En el segundo año bajo este formato de competición, nunca una llave se definió por penales. Los de Maturín dejaron a los barineses desde los doce pasos (5-4) y se llevaron el boleto internacional. Los llaneros, en cambio, comenzarán de cero, ahora de la mano de Chita Sanvicente.
A los dos flamantes clasificados se suma el CD Lara (líder en la tabla acumulada) y Mineros (Campeón de la Copa Venezuela). Esos cuatro elencos serán los representantes venezolanos en la Copa Suramericana, torneo en los equipos nacionales no han destacado en demasía, ni alcanzado instancias superiores a los dieciseisavos de final. ¿Cambiará la historia?

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