miércoles, 9 de mayo de 2012

La opción está en casa



Carlos Domingues – @CDominguesP

En el afán de establecer como paradigma los procesos técnicos que surgen de las bases institucionales de los equipos (léase, el tan mentado modelo  barcelonista de Guardiola), válidamente argumentado con los logros deportivos alcanzados, surge un cisma mundial que asume la continuidad como garantía de éxitos. Se aprecia en la mano que se le da  a Tito Vilanova  en el propio Barcelona, o a Mauricio Pellegrino, próximo técnico del Valencia, que trabajó dos años en el segundo equipo ché.


Mientras, desde Caracas, la directiva de Táchira revela que baraja el nombre de seis técnicos extranjeros para hacerse cargo del equipo. Sin pudor, hace tiempo atrás, admitió que en el aurinegro los procesos a largo plazo no son acogidos y que un ofertante de títulos  inmediato interesa más que un DT que lleve bajo su brazo un libraco de 200 páginas en el que se exponga un “proyecto”.

El currículo que pocos conocen
Y aquí entra en escena Manolo Contreras. Tipo noble y bonachón que anda en moto,  un hombre querido por todo el estado Táchira. Sin ser esos requisitos necesarios para hacerse cargo de una gigante (y monstruosa) entidad, tiene un CV que muchos desconocen y  que, entorno tachirense mediante, lo hace ser un candidato interesante que pueda encarar a los extranjeros que quizá solo tengan como referencia a las otroras glorias aurinegras alcanzadas en el siglo pasado.

Fue cofundador del equipo en 1974, ergo, nadie conoce mejor a un hijo engendrado.  Bajo sus conceptos e idearios futbolísticos pasaron nombres como Laureano Jaimes, Jesús Chacón, Andrés Paz, Anderson  Arias, Mauricio Parra, Giovanni Pérez o Carlos García, por nombrar solo algunos. 15 años dirigiendo en el fútbol universitario, toda una vida observando el talento en las canchas de Barrio Sucre y Plaza Venezuela.

En varias épocas dirigió las divisiones inferiores de Deportivo Táchira. En tres etapas se ha hecho cargo del primer equipo (casualmente, en esas tres fases dirigió contra el archirrival Caracas y nunca perdió). Formó parte del equipo que representó a Venezuela en la Copa  América de 1993, junto a Ratomir Dujkovic (quizá el torneo en que mejor calificó la Selección  antes de 2011).


Trabajó en el Nueva Cádiz de los Farías, al lado de un formador inigualable como Pedro Guevara. Estuvo al lado del actual seleccionador en su etapa en
 Táchira, era en la que sacó subcampeón a los sub 20 Marlon Fernández, Daniel Benítez, Laynecker Zafra y compañía. Su cercanía con el actual cuerpo técnico vinotinto le brinda  un plus especial para trabajar adecuado a las necesidades de la Selección. (Para aquellos que tanto añoran encontrar otro tachirense seleccionable aparte de Tomás Rincón).

Ya en la primera división, en El Vigía y Zamora nunca claudicó en su idea de confiar en los más jóvenes. Al “chigüiro” Arles Flores, bastión del Zamora campeón de “Chuy” Vera,  lo descubrió Manolo en un pueblito llamado San Silvestre. Pero su mejor etapa la cumplió en Aragua, un equipo que hoy  disfruta de una estabilidad económica y de plantel gracias  a su labor encomiable. Tanto, que hasta una Copa Venezuela ganó el equipo chocolatero.

 En su intervención en Copa Sudamericana, varios equipos del extranjero se  interesaron en algunos efectivos de aquel humilde equipo. Toda una hazaña.
Su proyecto Manolo Contreras no es el tipo maleable que todos piensan que es. Quien  crea que no le interesa que le brinden una oportunidad al frente del primer equipo, está equivocado.

En la etapa en la que asumió las riendas tras la destitución de “Chuy” Vera, presentó a la directiva un plan de oxigenación
 económica y deportiva, que consistía en sanear las arcas del club con un recorte en el presupuesto de la plantilla y jugársela con efectivos de la casa, con los formados en  las inferiores, los que verdaderamente sienten los colores.

Con una Copa Libertadores encima, la idea de su propuesta era mostrarle al continente  valores como Maurice Cova, Ebby Pérez o Wilker Ángel. La posibilidad de fracaso al confiar en jóvenes para tal afrenta existía, cierto, pero los resultados de la Libertadores 2012 demostraron que su idea no era tan descabellada.

 Terminó la competición, se fue Gamadiel por impagos y ningún jugador llamó la atención en Suramérica (sin certificar el real interés de Corinthians por Chourio). El problema es que la directiva no lo toma en serio. Quizá la personalidad introvertida  de Manolo haya jugado en contra para que él pueda exigir. La gravedad del fracaso deportivo es evidente y se visualiza como opción viable el arrancar desde cero, máxime  cuando ya se han agotado las medidas y formas para superar tan preocupante situación.

Para los resultadistas, para quienes solo quieren títulos, éste DT no es el tipo adecuado.  Pero para aquellos que sueñan con ver una estructura estable, un estilo propio de juego surgido desde las bases que le permita soñar a futuro, Contreras por lo menos le  ofrece eso, un sueño.


Escrito por Carlos Domingues – @CDominguesP
Fotografía: Deportivo Táchira
Tomado de  http://futbolestodo.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario