jueves, 2 de junio de 2011

¡Un director técnico campeón!




Jorge Luis Pinto es uno de los pocos técnicos en el contexto del fútbol rentado suramericano, en jactarse de tener en su haber cuatro títulos en igual número de países: Perú, Costa Rica, Venezuela y en su natal Colombia.

De carácter recio, trabajador las 24 horas del día y exigente hasta el tuétano, razones o motivos por los cuales su paso por los equipos que dirige se convierte en efímero; cada proyecto que planifica se queda a mitad de camino, sin poder realizar el sueño de dejar un legado de nuevas generaciones, ver sus discípulos crecer y formarse bajo sus sabios consejos y enseñanzas.

Nacido en la población de San Gil, departamento de Santander, Colombia, hace 58 años, un hombre de fútbol de toda la vida, según cuenta su paisano y amigo Jesús Saavedra, quien se enraizó en el estado Táchira hace muchos años.

Un hombre estudioso, con varios títulos como director técnico en Colombia y el exterior, que los ha puesto a su servicio en cada uno de los equipos que ha dirigido, en su nación de origen y fuera de ella, incluso al frente de la selección neogranadina que disputó la Copa América de 2007 en Venezuela, y el seleccionado de Costa Rica.

Nació para ser un estratega campeón, cuentan sus más allegados, pues su primera victoria fue en Costa Rica, donde sacó campeón al club Alajuelense en el año 2003; tres años más tarde, en el 2006, un 20 de diciembre, coronó al vecino Cúcuta Deportivo, la primera estrella del combinado "Motilón" después de 82 años de fundado, fue creado el 10 de septiembre de 1924; en el 2007 llevó a campeón al legendario Alianza Lima, de Perú, y el pasado domingo al Deportivo Táchira.

Un periplo de dos facetas

Con el aval de ser un estratega exitoso fue traído al Deportivo Táchira para dirigir en la temporada 2010-2011, con la gran misión de hacer el equipo campeón, pero, por encima de todo, ir en pos de la Séptima Estrella, objetivo del cual se estuvo cerca en las dos temporadas anteriores, pero sin conseguir el objetivo.

Muy rápido hubo la química entre el entrenador sangileño y la afición tachirense, un "amor a primera vista", gracias a todas las cosas buenas enseñadas por el aurinegro en las primeras seis fechas del Torneo Apertura, con unos altibajos en los siguientes encuentros, y retomar el ritmo restando cuatro juegos, para titular al Deportivo Táchira, y con el galardón el pase directo a la Copa Libertadores de América 2012.

Cambió el panorama en el Torneo Clausura; el equipo comenzó perdiendo sus dos primeros partidos en condición de visitante, mal presagio, situación que nunca cambió, pues lejos de amainar fue en franco retroceso, a la postre un total de 9 derrotas, y terminar en el puesto 14 en la tabla general de posiciones, una verdadera hecatombe para un equipo y, por ende, la estampida de los aficionados del estadio.

Apareció el morbo, las conjeturas y elucubraciones por la afición y la crítica especializada, pues aún sigue sin aparecer una explicación cierta, con todos los análisis que se puedan hacer, sobre las causas por las cuales a los jugadores se les "olvidó a jugar" de un momento a otro.

De un plantel de elementos que dictó cátedra en el campo de juego en buena parte del Torneo Apertura, se pasó a un colectivo que inspiró lástima en el siguiente campeonato, al extremo que perdió frente a dos noveles equipos, recién ascendidos a la Primera División, el Atlético Venezuela y Caroní FC, divisas que más adelante perdieron la categoría, y con el aval, más bien orgullo, de que sus únicos compromisos que ganaron fue nada menos que ante el Deportivo Táchira.

Se buscaron una y mil razones, sobre cuáles eran las verdaderas causas para esta situación, siempre apuntando a la presunción de que un grupo de jugadores no le querían "poner" en el campo de juego, algo así como "ligando al fracaso" del cuerpo técnico.

Como el "gran descubrimiento" por el propio cuerpo técnico de esta situación, el no "caminar" los jugadores, el haber privado al equipo del psicólogo, que estuvo en el club hasta finalizado el Torneo Apertura, el doctor Jaime Perozo, fue prácticamente la principal causa para este "bajón" del aurinegro.




Fue traído el psicólogo para los tres últimos partidos del Torneo Clausura, con resultados positivos, un triunfo, un empate y un revés, caída en el estadio Pueblo Nuevo ante el Deportivo Petare en el cierre del campeonato, más por la ausencia de 5 jugadores titulares que por falta de buen fútbol del equipo.

Todo cambió en la doble tanda final

Bastó la victoria en el juego de ida de la doble confrontación, en el estadio Agustín Aponte "La Carolina", de Barinas, para que todo cambiara como por arte de magia, con mayor razón si previo al encuentro nadie apostaba un céntimo a favor del Deportivo Táchira.

Una segunda "luna de miel", los aficionados sufrieron una metamorfosis, todos como uno solo volvieron los ojos al equipo, para, en gran masa, unos 40 mil fanáticos acompañar a su "Táchira del alma" al juego de vuelta en el "Templo del Fútbol", y a la postre vivir la gran fiesta de la Séptima Estrella.

Números de Pinto en el Deportivo Táchira

El estratega Jorge Luis Pinto disputó en Venezuela cuatro distintos torneos en los que dirigió un total de 45 compromisos para la causa aurinegra, trayecto en el que ganó 18 de estos partidos, igualó en 12 oportunidades y perdió en 15 presentaciones.

En su periplo por el balompié venezolano, Pinto sumó 66 de los 135 puntos disputados, sus dirigidos anotaron 64 goles y recibieron 48 tantos, para terminar con una diferencia positiva de 16 celebraciones. Finaliza la era y Pinto se marcha con el honor de ser el DT Campeón del fútbol venezolano.


Homero Duarte Corona
FOTOGRAFÍAS: Prensa Deportivo Táchira

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