miércoles, 16 de febrero de 2011

A Táchira le faltó el gol contra Santos





Ni Neymar, ni Elano, ni la presencia de un bicampeón de Copa Libertadores de América intimido al Deportivo Táchira. El aurinegro saldó un empate, sin goles, este martes en un repleto Pueblo Nuevo.
Táchira comenzó su debut copero tal y como lo hizo en 2004 cuando pactó 0-0 con el argentino River Plate en San Cristóbal. Los brasileños comenzaron presionando en el centro del campo con Elano tomando los hilos del partido ante un Táchira que esperaba los ataques del rival.

Tras cinco minutos de dominio visitante, los atigrados se soltaron un poco de las marcas de Santos y en una mala salida de la defensa, el colombiano Sebastián Hernández probó fortuna ante la buena colocación de Rafael.

Los nervios afloraron en el "peixe" ante la creatividad del volante colombiano Hernández, el mejor jugador en los tachirenses en el primer tiempo.

Arouca tuvo la primera ocasión clara de los santistas, a los 19 minutos con un remate desde fuera del área. En el rebote del portero Manuel Sanhouse, Diogo fue derribado pero el árbitro Carlos Vera señaló un dudoso fuera de juego.



Cuando más dominaba el Táchira, un contragolpe gestado por Neymar, de poco accionar, llegó a los pies de Danilo dentro del área. El remate del volante a los 30 minutos tocó en Sanhouse y golpeó en el palo derecho.

Poco a poco fue disminuyendo la ofensiva venezolana lo que aprovechó Santos para llegar con propiedad al arco rival, pero con poca fortuna tanto para Neymar y Diogo.

Ambos equipos gozaron de varios tiros libres en los pies de Elano y Sergio Herrera y todos terminaron en despejes de ambas defensivas.

El segundo tiempo comenzó de la misma manera. Táchira tocando hasta el centro del campo, mientras Santos buscaba algún error defensivo de los anfitriones para llegar al gol.

A los 50 minutos, Táchira su más clara llegada del encuentro. Un centro desde la derecha de Edgar Pérez Greco llegó a los pies del ariete colombiano Sergio Herrera, que respondió con un zurdazo que casi sorprende al guardameta Rafael.

Santos se refugió en su zona ante un Táchira que superó con creces su labor del primer tiempo con desbordes por los costados, especialmente con José Yeguez, que dio muchas complicaciones a toda la defensa visitante.



Los venezolanos, tras el ingreso del efectivo centrocampista Mauricio Parra, fueron los amplios dominadores ante la pasividad de Elano, Neymar y de Danilo, que mostraron muy poco su calidad en la cancha.


En una de las pocas llegadas a gol de los brasileños, Arouca, uno de los mejores del equipo de Adilson Batista, probó suerte desde fuera del área a los 79 minutos.

En la prolongación, un tiro libre de Edu Dracena hizo lucir a Manuel Sanhouse, que salvó con un manotazo el gol visitante y mantuvo el cero.

El Grupo 5 completará el próximo jueves su primera jornada cuando se enfrenten en Asunción, Paraguay, el Cerro Porteño y el Colo Colo chileno.

Ficha Técnica:

Táchira (0): Manuel Sanhouse; Gerzon Chacón, Walter Moreno, Andrés Rouga, José Yégüez; Pedro Fernández, Diego Guerrero, Sebastián Hernández (Yonathan Del Valle 77´), Jorge Casanova (Mauricio Parra 56´); Edgar Pérez G. y Sergio Herrera. D.T: Jorge Luis Pinto.
Suplentes sin jugar: Roberts Rivas, Layneker Zafra, César González y Anderson Arias.

Santos (0): Rafael; Pará (Adriano 74´), Edu Dracena, Durval, Leo (Alex Sandro 78´); Possebon, Arouca, Danilo, Elano; Neymar y Diogo (Zé Eduardo 64´). D.T: Adilson Batista.
Suplentes sin jugar: Aranha, Keirrison y Maikon Leite.

Para Jorge Luis Pinto, el empate contra Santos en Pueblo Nuevo fue bien positivo. Argumentó que no están tan lejos de los grandes del continente y que manejaron bien el juego y la pelota.

Para el aurinegro, el empate sin goles ante el Santos de Neymar y Elano fue agradable. El aurinegro mostró buenas maneras, y de hecho, por poco vacuna al equipo brasileño.

En rueda de prensa, el técnico colombiano Jorge Luís Pinto no ocultó su satisfacción y luego del resultado invita a soñar más alto: “Fue un buen partido, demostramos que no estamos lejos. futbolísticamente de un equipo de tanta reputación como Santos”

“Es una satisfacción muy grande para todos nosotros y para la afición”, recalcó

Dice que el secreto fue no amilanarse y mantener el equilibrio: “Jugamos de tu a tu con convicción y ganas de atacar. Manejamos bien la pelota y fuimos un equipo que además defendió bien”.

Eso sí, apuntó que la alegría hubiese sido completa si se hubiese conseguido el triunfo. El próximo compromiso del Táchira será el 1ero de marzo contra Colo Colo , también en Pueblo Nuevo.

Amonestados: Fernández (DT); Danilo, Possebon (S).
Árbitro principal: Carlos Vera (Ecuador).
Árbitros asistentes: Juan Cedeño, Byron Romero (Ecuador)
Estadio: Pueblo Nuevo. San Cristóbal.
Incidencias: Primer partido correspondiente al Grupo 5 de la Copa Libertadores de 2011, disputado en el estadio Pueblo Nuevo de San Cristóbal, ante más de 35.000 espectadores.



La afición fue el esperado "12"
María José Salcedo
El debut del Deportivo Táchira en la LII edición de la Copa Libertadores fue tal y como se esperaba. En lo futbolístico, ante un rival como el Santos FC de Brasil, no pudo haber sido de otra manera, sino difícil, luchado, sudado y sufrido; mientras que en la grada se vivió espectacular y a la altura de la ocasión. La afición, sin duda, fue el "12" esperado.

Si bien el Polideportivo no registró el lleno esperado, estuvo muy cerca de serlo. 33.215 personas poblaron la extensa tribuna de Pueblo Nuevo, apta para casi 40 mil almas, decorando con los populares amarillo y negro una grada que nunca se silenció, y que alentó a puro pulmón desde el inicio, incluso previo al inicio del compromiso, cuando miles de voces entonaron el himno nacional que, como nunca antes, retumbó en el Templo.

Pero ¿cómo dejar por fuera el carnaval pirotécnico y de papelillos que se desbordó desde toda la tribuna?


Con la salida del cuerpo arbitral, encabezado por el principal Carlos Vera, de Ecuador, el festín pirotécnico estalló en la Popular Sur, con el espectáculo visual que ofreció la gente de la Avalancha, hinchada insigne del combinado tachirense.


Segundos más tarde vendría lo mejor. Apenas se asomaba el primer jugador del Deportivo Táchira por el túnel de salida, cuando una lluvia de papelillos arreció desde las gradas, combinados con humo de color amarillo y negro, además de la estremecedora "recámara" que, como en los viejos tiempos, recorrió toda la zona de la Popular Central.

La humareda quedó concentrada en el centro del campo, pero de a poco se dispersó a la atmósfera, y dejó servido el terreno para lo que se vendría, un choque de alto impacto, con altos decibeles de intensidad.

Pero en medio de la emoción hubo momentos para la reflexión, de eso se encargaron efectivos del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal, que tras ser víctimas de un atentado el pasado domingo, ratificaron que "Somos guardianes de la vida. NO a la violencia. Fuerza compañeros Bomberos del Táchira", mensaje que se leyó en una pancarta develada por ellos, la cual en el entretiempo recorrió todo el óvalo de Pueblo Nuevo.

En general, el Polideportivo presentó un comportamiento ejemplar. La hinchada acató su misión de alentar y empujar desde la tribuna a su equipo, así como de pitar e intimidar al contrario.

Poco importaron las fintas de Neymar, menos aún las embestidas de Possebon, Arouca o Elano, la tribuna aguantó como uno más con sus jugadores, y cuando llegó el momento, hasta el "ole... ole" se dejó oír, inspirado por el juego que desató a su ingreso un Mauricio Parra enchufado, que movió la creación aurinegra, a la que poco le faltó para coronar el gol.

Por su parte, los jugadores fueron igualmente limpios en su juego, apenas dos tarjetas amarillas se sacaron en el compromiso, que terminó con el intercambio de camisetas, como el protagonizado entre Neymar y Walter Moreno, al final de los primeros 45 minutos, así como el apretón de manos tras los 90.

Pese al empate, la afición aurinegra salió satisfecha del estadio, Pinto y su combo no defraudaron, dejaron todo en la cancha, la garra, el temple, el sudor, el aliento, y sobre todo la esperanza real de seguir soñando sobre fundamentos sólidos de trascender en una Copa que apenas comienza.

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